19 Ago Un cambio de rumbo hacia el coworking
La pandemia sorprendió a la ciudadanía, al país y al mundo entero. Asimismo, provocó un cambio inusitado en la economía y, por tanto, en el sector empresarial y en el modelo de trabajo. Miles de trabajadores eran enviados a sus casas y pasaban a desarrollar su trabajo desde la distancia. Se afianza el teletrabajo.
Desde su inicio han pasado más de dos años, pero la experiencia ha puesto sobre la mesa nuevas formas de entender el modelo de trabajo. Se han popularizado alternativas sobre este modelo como la jornada híbrida o 3×2. A expensas de este panorama, la saturación de trabajar en el domicilio, sin diferenciación entre trabajo y ocio, se ha normalizado y ha provocado la búsqueda de nuevos lugares para trabajar. Sin embargo, por la incipiente crisis y la consecuente subida de precios en casi todas las facturas, el alquiler de oficinas resulta una alternativa inviable.
El coworking se erige, bajo estos factores, como una opción económica y oportuna para empresas que buscan espacios para su teletrabajadores o para autónomos que busquen un lugar específico para desempeñar su actividad empresarial.
Por ello, una oportunidad destaca de este cambio de paradigma donde se puede probar nuevos espacios, fuera de la tradicional oficina, como el coworking. Un modelo más abierto, donde se rompe con los límites y rutinas monótonas del oficina y en la que se potencia la creatividad y el desarrollo de vínculos empresariales con el resto de cowokers. El estado de la cuestión es claro: el coworking va en ascenso, según las estadísticas. El aumento de adeptos a los coworkings es un hecho tanto en las grandes ciudades como Madrid y Barcelona, como en ciudades más pequeñas. A través de un informe de Coworking Spain se conoce que, en 2021, espacios de coworking de Madrid, Barcelona o Valencia tuvieron “un crecimiento del 39 % hasta alcanzar 131 millones de facturación”.
¿Estamos ante un punto de no retorno con estos cambios en el paradigma del trabajo? ¿Son los espacios de coworking parte del futuro del trabajo? Muchos datos indican que sí. Mientras tanto, es una vía que se adapta de forma excelente a las necesidades que han surgido tras la pandemia y que engloba muchas ventajas para empresas con trabajadores en remoto, autónomos y estudiantes.