14 Sep Los ‘pros’ de mudarte a un coworking en tiempos de inflación
No es un hecho desconocido que una inflación se cierne este trimestre. Sus señales han sido visibles desde hace unos meses y han provocado el temor de empresas, autónomos y otros sectores empresariales. De esta situación nace la necesidad de rebajar gastos y tomar medidas para paliar las consecuencias de esta inflación. Por ello, muchos cambios se empiezan a aplicar estos meses, y varios incumben a la rentabilidad de mantener una oficina. Es por ello, que muchas empresas se han pasado a los espacios coworking, una tendencia que ya se ha ido estableciendo desde la pandemia en zonas de Europa y Estados Unidos.
Las razones por las que se mudan las empresas son bastante simples. Las facturas es una de ellas. El coworking plantea compartir un espacio con otras personas y entidades. Por lo que el gasto de alquiler, luz, gas, agua y demás queda reflejado mínimamente en la tarifa contratada en comparación a lo que se tendría que pagar en una oficina, asumiendo la totalidad de los gastos.
Asimismo, un espacio de este sector no tiene nada que envidiar a una oficina tradicional. El espacio puede albergar servicios que una empresa ejerce en una oficina tradicional: visitas y reuniones en salas con una estética profesional y moderna, cocina y zona de café, servicios de recogida de correo postal, almacén…etc. A ello se suma la localización que suelen tener estos espacios, muchas veces mejor conectados y más céntricos que algunas oficinas. Por ejemplo, Via Lab está en el recinto de la Estación de tren de Valladolid y, por tanto, es una localización estratégica ya que se sitúa en el centro de la ciudad y desde donde llegan muchos empresarios.
Esta situación también da lugar a oportunidades como el networking, una rutina habitual en estos espacios de trabajo y que potencia la colaboración entre los coworkers y empresas. Y no solo surgen colaboraciones del networking, también se asesora o se construyen proyectos juntos. Los espacios coworking están formados por gente de muy diversos perfiles que, dada la necesidad, se complementan a la perfección para crear una sinergia empresarial.
Por ello, puesto que los malos tiempos acechan y muchas entidades se ven en la necesidad de recortar gastos, el coworking se erige como una variante a la hora de seguir manteniendo el rendimiento de una empresa y de que las limitaciones no lo afecten.