11 Nov Flexiwork y coworking, hechos para estar juntos
El trabajo flexible o flexiwork es un concepto que lleva algunos años extendiéndose por el sector de las nuevas formas de trabajar. Aunque, ha sido con el boom del teletrabajo, durante y después de la pandemia, que el término resuena con más frecuencia en este mundillo. No es ni más ni menos que no tener que seguir un horario fijo y elegir cómo adaptar tu trabajo a tu día a día. Un flexiworker puede trabajar dos horas por la mañana o cinco por la tarde. No es el típico horario constante y fijo al que los trabajadores están acostumbrados.
Es, en esencia, una manera de ser más libre en un factor de la vida que no respondía a muchas modificaciones en el esquema tradicional. Si bien es cierto que, por el momento, esta manera de organizar la jornada laboral se reduce a autónomos, nómadas digitales y algunas empresas dispuestas a experimentar.
Y si de experimentar se trata, los flexiworkers buscan un espacio donde puedan desarrollar su inusual jornada sin problemas, con libertad y sin prejuicios. Es en ese plano cuando el trabajo flexible se fusiona con el coworking. Este tipo de espacios tienen todas las características que busca un flexiworker, siendo una de las más importantes el amplio horario que tienen los coworkings, dando acceso al trabajador las 24 horas del día. Es por eso y por más factores que el sector de los espacios de trabajo cooperativo ha sido testigo de la proliferación de flexiwork, ya que, en la raíz del concepto, el trabajo flexible es una evolución de la jornada adaptada a las necesidades y volumen de tareas del autónomo.
Por ello, este tipo de organización casa a la perfección con los valores ya establecidos en el coworking puesto que comparten muchos de ellos, aunque destaca una ventaja: el desarrollar tu jornada en un coworking para limitar un sitio de trabajo y uno de ocio para mayor conciliación familiar y salud mental. A esto se le añade el resto de las ventajas extrapolables a otros tipos de organización de jornada como el ahorro o la deducción de gastos o la socialización con gente de distintos o similares perfiles profesionales a través del networking.
A pesar de que los trabajadores remotos de las grandes y medianas empresas son los usuarios dominantes de los espacios de coworking actualmente, el origen del coworking se halla en los trabajadores autónomos o aquellos que ocupaban puestos flexibles. Por ello, los flexiworkers están repoblando estos puestos flexibles de los coworkings de nuevo y hacen recordar el perfil que lo empezó todo. De esta manera, los locales de trabajo cooperativo resaltan la diversidad de sus trabajadores y la convivencia que de ellos resulta, dando un valor añadido a la comunidad que se forma y que desarrolla una red de apoyo y consejo profesional.