21 Abr El secreto del verdadero éxito del coworking
Los espacios de coworking se han integrado en el sector empresarial para irrumpir como una alternativa a la oficina tradicional tras la pandemia. Sin embargo, los coworkings no se plantean como otra forma de trabajar y de huir del teletrabajo en casa. Ha ganado valor su faceta como espacio de una comunidad.
La comunidad surge como el eje central de los espacios de coworking y como el elemento diferenciador de otras formas de oficina, siendo para muchos el aspecto clave a la hora de decidirse por un espacio u otro.
El propio término de ‘coworking’ alberga en sí el concepto de comunidad, estudiando su acepción como trabajo compartido o en conjunto y en equipo. Esta percepción termina traduciéndose a la práctica en la confección de una comunidad unida en el espacio de coworking que se construye entorno a diferentes pilares.
El entorno del coworking es resultado muchas veces de esta mencionada comunidad. Un ambiente bueno, positivo y distendido termina siendo una causa de un incremento en la productividad e incluso en las relaciones sociales fluidas entre coworkers o trabajadores del mismo espacio.
Asimismo, este término no solo influye en el ambiente. También, la ventaja de la comunidad en el coworking tiene como consecuencia un aumento de sinergias y, por tanto, de la consecución y desarrollo de oportunidades empresariales, laborales o para emprender.
De esta manera, el establecimiento de la unión entre coworkers da paso a fortalecer estas relaciones para afianzar una red de apoyo que trasciende a distintos ámbitos como el laboral o el empresarial. Así, se consigue un grupo donde encontrar consejos para el sector donde se trabaja, espacios de colaboración y para difundir proyectos. Todo ello a través del networking que potencia los propios espacios en cooperación con los propios trabajadores.
Por lo tanto, convivir en el espacio de coworking con esta comunidad nos lleva a conocer distintos perfiles profesionales de diversos sectores empresariales que influyen en nuestro conocimiento sobre el mundo laboral, sus ramas y sobre las destrezas que lo integran. De esta forma, la comunidad también actúa como una forma de formarse y abrirse a aprendizajes para mejorar nuestras capacidades y aptitudes de cara a nuestro sector o para poder desempeñar una actividad en otros sectores.
Además, este pilar del coworking es una forma más de motivación para acudir a un espacio de trabajo compartido. Se adhiere a una lista de ventajas para abandonar la soledad de teletrabajar en casa y separar un espacio para el trabajo y otro para el descanso o el ocio.
Actualmente, con la adhesión de un perfil más corporativo y de índole grupal, la comunidad de los coworkings han cobrado un sentido de colectividad más amplia y diversa que huye de la percepción de los espacios donde dominaban los autónomos, freelancers y creativos, dotando al coworking de más perspectiva y de la convivencia di distintas formas de ver el mundo laboral y de poder colaborar.
Sin embargo, la llegada de franquicias estadounidenses a las grandes ciudades de España ha transformado el coworking y, con él, las comunidades que en el vivían. Estas cadenas, con una fuerte apuesta por un perfil corporativo, por la industria de los datos, lo digital, la banca y la tecnología, han traído con ellas la cultura empresarial estadounidense y la han aplicado a sus coworkings. Con unos horarios intensivos y constantes, el sentido de comunidad se relega al afterwork y queda pospuesto al final de la jornada en vez de aplicarlo a la totalidad de la jornada, al ambiente del coworking y a los recurso que alberga.
La llegada de estos conglomerados es bienvenida por la visibilidad que da al mundo del coworking y por la implementación de infinidad de posibilidades de ofertas, tarifas y espacios que da a los clientes en las grandes ciudades, que viven a otro ritmo que el de las provincias. No obstante, no se debe olvidar el origen del coworking y, por ende, la comunidad que lo forja, puesto que sin la unidad de las personas que lo integran, sin el ambiente y el entorno positivo, cooperativo y social que crean, el concepto de coworking se reinventa para ser solo ‘working’.